Diario me esclavizo frente al papel. Hay ocasiones en las que mi voluntad surge por medio de la motivación intrínseca, que en algunos casos es similar a la de un niño que devoró docenas de chocolates o a la de un perro muerto a la orilla de la autopista. Mientras eso pasa, las evidencias se asoman por los bordes de mi libreta; buscando un miserable rayo de luz. Bolígrafo sobre papel.
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