lunes, 10 de febrero de 2014

Guardián señorial

Así como los Umibozus japoneses, escudriñan las olas del océano; ha aparecido en las ciudades otro ser místico. No tiene un rostro definido, usa una mascara que oculta sus defectos faciales. Vigila cada esquina, cada calle, cada callejón; con un vigía como éste ningún ciudadano se daría el lujo de cometer un delito bajo su severa mirada. Bendita sea la ciudad que yace bajo su barbilla. Lápiz litográfico sobre papel.

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